miércoles, 7 de marzo de 2018

El testigo de los años pasados


Reseña de la novela ‘La farsa y los trileros III: Metallteile’, de José Rovira Ferrer

A caballo entre un libro de historia y una novela de aventuras, la tercera entrega de la saga ‘La farsa y los trileros’ es un detallado testimonio de los entresijos de aquella España de la posguerra en la que algunos lograban eludir la pobreza y obtener suculentos beneficios gracias a su posición en el gobierno. Es el caso del capitán Bernat Ramonet, que pese a su juventud se convierte en esta historia en un engranaje clave dentro de la guerra que Alemania libra contra media Europa. Porque a él se le ha encargado desde las más altas instancias que lidere el suministro del wólfram a la industria armamentística germana por unos cauces poco convencionales.
A lo largo de esta entrega el lector se encontrará con un relato detallado de cómo funcionaban en aquellos tiempos las redes del contrabando con ‘patente de corso’, gracias a la narración de José Rovira Ferrer, que no escatima detalles a la hora de mostrar lo que se movía en los círculos empresariales y describir cómo es el día a día de esta red de contrabando.
Al margen de ello, los entresijos financieros y las luchas de poder dentro de los diferentes estamentos del gobierno se suceden en las páginas de esta novela, despertando la intriga del lector al tiempo que le nutre de anécdotas y momentos reales de aquellos años que convierten al libro en un testigo fiel de los años pasados.
No es de extrañar la claridad con la que Rovira Ferrer relata todo esto, pues a sus 92 años cuenta con la inestimable ventaja de poder tirar de recuerdos, o de hacer uso de su añorada Espasa (como bien indica en el anexo) con el fin de ofrecer el relato más fidedigno posible con un peculiar héroe como protagonista.
Ramonet es sin duda un oportunista al que todo parece salirle bien, que ha encontrado un filón que garantiza su futuro económico y que además sabe encandilar a las mozas que se encuentra por el camino. A la par, es alguien leal con sus amigos, goza de una mente perspicaz y se adapta a cualquier situación. Él lleva el grueso del peso narrativo a sus espaldas, y lo cierto es que no decepciona.
Aun así, hay que decir que en todo momento la narración de la novela es plana, con un estilo en el que se sacrifica la búsqueda de una acción más rápida para ofrecer una lectura más centrada en el aspecto histórico y humano. El uso de los diálogos como recurso primordial, convertidos casi en los verdaderos narradores en detrimento de párrafos que pudieran describir el entorno u otros momentos desde un punto de vista más neutral, condiciona en cierta medida la lectura, que no será tan ágil ni tan activa como otras novelas ambientadas en la misma época, como puede ser ‘Muerte en Madrid’ de Olfield, siendo más parecido el estilo al de ‘Invierno en Madrid’, de Samson.
Esto no significa que el libro pierda calidad, al contrario. El relato que ofrece es interesante y entretenido, y hasta llega a arrancar algunas sonrisas. Y deja con ganas de conocer el resto de la saga que ha creado Rovira Ferrer, sobre todo ese último libro, ‘Catalonia Bank’, que espero que resuelva todas las incógnitas que deja el final de esta entrega.
Si se quiere profundizar en la forma de vida de la España de la posguerra y conocer los entresijos del poder, este libro sin duda es un buen aliado.



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