Reseña
de la novela ‘La farsa y los trileros III: Metallteile’, de José Rovira Ferrer
A
caballo entre un libro de historia y una novela de aventuras, la tercera
entrega de la saga ‘La farsa y los trileros’ es un detallado testimonio de los
entresijos de aquella España de la posguerra en la que algunos lograban eludir
la pobreza y obtener suculentos beneficios gracias a su posición en el
gobierno. Es el caso del capitán Bernat Ramonet, que pese a su juventud se
convierte en esta historia en un engranaje clave dentro de la guerra que
Alemania libra contra media Europa. Porque a él se le ha encargado desde las
más altas instancias que lidere el suministro del wólfram a la industria armamentística
germana por unos cauces poco convencionales.
A
lo largo de esta entrega el lector se encontrará con un relato detallado de
cómo funcionaban en aquellos tiempos las redes del contrabando con ‘patente de
corso’, gracias a la narración de José Rovira Ferrer, que no escatima detalles
a la hora de mostrar lo que se movía en los círculos empresariales y describir
cómo es el día a día de esta red de contrabando.
Al
margen de ello, los entresijos financieros y las luchas de poder dentro de los
diferentes estamentos del gobierno se suceden en las páginas de esta novela,
despertando la intriga del lector al tiempo que le nutre de anécdotas y
momentos reales de aquellos años que convierten al libro en un testigo fiel de
los años pasados.
No
es de extrañar la claridad con la que Rovira Ferrer relata todo esto, pues a
sus 92 años cuenta con la inestimable ventaja de poder tirar de recuerdos, o de
hacer uso de su añorada Espasa (como bien indica en el anexo) con el fin de
ofrecer el relato más fidedigno posible con un peculiar héroe como protagonista.
Ramonet
es sin duda un oportunista al que todo parece salirle bien, que ha encontrado
un filón que garantiza su futuro económico y que además sabe encandilar a las
mozas que se encuentra por el camino. A la par, es alguien leal con sus amigos,
goza de una mente perspicaz y se adapta a cualquier situación. Él lleva el
grueso del peso narrativo a sus espaldas, y lo cierto es que no decepciona.
Aun
así, hay que decir que en todo momento la narración de la novela es plana, con
un estilo en el que se sacrifica la búsqueda de una acción más rápida para
ofrecer una lectura más centrada en el aspecto histórico y humano. El uso de
los diálogos como recurso primordial, convertidos casi en los verdaderos
narradores en detrimento de párrafos que pudieran describir el entorno u otros momentos
desde un punto de vista más neutral, condiciona en cierta medida la lectura,
que no será tan ágil ni tan activa como otras novelas ambientadas en la misma
época, como puede ser ‘Muerte en Madrid’ de Olfield, siendo más parecido el
estilo al de ‘Invierno en Madrid’, de Samson.
Esto
no significa que el libro pierda calidad, al contrario. El relato que ofrece es
interesante y entretenido, y hasta llega a arrancar algunas sonrisas. Y deja
con ganas de conocer el resto de la saga que ha creado Rovira Ferrer, sobre
todo ese último libro, ‘Catalonia Bank’, que espero que resuelva todas las
incógnitas que deja el final de esta entrega.
Si
se quiere profundizar en la forma de vida de la España de la posguerra y
conocer los entresijos del poder, este libro sin duda es un buen aliado.
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